Google estrenó el esperado servicio de videojuegos en la nube, Google Stadia, el pasado martes 19 de noviembre. La acogida del servicio no ha podido ser más negativa en los medios y redes sociales. Stadia ha sufrido todos los problemas imaginables en su arranque y dejado indiferente a toda la comunidad de gaming.

Creatividad Mando Google Stadia
Un Servicio sin atractivo
Con una modalidad híbrida de suscripción y pago por juego, las críticas a Stadia se veían venir. Google ha optado por una modalidad conservadora y tacaña en su propuesta comercial. Con un listado de 22 juegos y un solo exclusivo de Google, el usuario del servicio de ocio tiene que conformarse con una oferta de videojuegos de lo más pobre donde solo es posible jugar al videojuego Destiny 2 sin pasar por caja. El servicio de suscripción Stadia Pro cuesta 9,99€ al mes y no da derecho a disfrutar de ninguno de los 21 títulos restantes. Google Stadia no es un servicio de videojuegos bajo demanda.
Como propuesta exclusiva, tenemos un título llamado GYLT, del estudio español Tequila Works. El juego es una aventura de exploración ambientada en un mundo aterrador y melancólico donde las pesadillas se hacen realidad. Tal vez estemos ante la única propuesta interesante dentro de todo lo que ofrece Stadia.
Del resto de juegos, tenemos títulos que ya están disponibles en el resto de las consolas, algunos desde hace años. Sin embargo, estos títulos llegan todos a precio de estreno. Algunos juegos como Mortal Kombat 11 llegan al ridículo precio de 89,99€ al que tenemos que sumar el precio de la suscripción.
Si valoramos la propuesta fríamente, es imposible imaginar como va a poder competir Google Stadia con servicios como Xbox Game Pass, Xbox Game Pass Ultimate o XCloud que superan a Stadia en absolutamente todos los aspectos.
Google parece no haber considerado que el factor diferencial de un servicio de videojuegos son los propios videojuegos.
Arranque accidentado de Google Stadia
Por si no fuera poco la pobre oferta de Google en cuanto a cantidad, calidad y precio de los propios videojuegos; el arranque del servicio fue aún más desastroso de lo que se podía predecir. Muchos usuarios reportaron infinidad de problemas con desconexiones del servicio, desconexiones de Chromecast y una mala latencia. Más preocupante resulta que la calidad visual de los juegos no fuera ni mucho menos la esperada. Google anunció a bombo y platillo 10 Teraflops de potencia bruta en su evento Stadia Connect del pasado 6 de junio. Incluso se atrevió a establecer una comparativa con las consolas de la competencia. La realidad, sin embargo, ha demostrado que Google Stadia se queda lejos de la calidad ofrecida por una Xbox One X conectada a una TV 4K. La mayoría de medios coinciden en que el contenido 4K que podía probarse a través de Chromecast Ultra, ni siquiera parecía 4K.
Más de una decena de los servicios anunciados por parte de la compañía tampoco estuvieron presente en el estreno. 4K, HDR y sonido 5.1 para usuarios de PC, pases de amigo, sistema de logros, características multijugador como Stream connect, State share y Crowd play y otras muchas características estuvieron y estarán ausentes hasta bien entrado 2020.
Muchos coinciden en que Google Stadia ha llegado en una especie de forma BETA y que sus verdaderas posibilidades se irán viendo a medida que Stadia vaya depurándose y asentándose con el paso de los meses. Lo más probable es que ni siquiera tengan cerrado el modelo de negocio que van a seguir. A juzgar por las críticas recibidas, el actual modelo estaría condenado al más absoluto de los fracasos.
La promesa de un servicio de streaming en el que puedes jugar a juegos en alta calidad en cualquier sitio con solo disponer de una conexión a internet es atractiva. Pero por el momento, esta promesa no se ha hecho realidad y tendremos que esperar a 2021 o más allá para ver la evolución. Ni las expectativas de calidad o movilidad de Google Stadia han sido las esperadas. Por el momento, las muchas faltas de Stadia demuestran que está lejos aún de ser una alternativa al gaming tradicional en consola o PC.